(Pildora de Norahdrenalina, dentro del programa "Échate un ojito" de Uniradio Jaén, 6-XI-2013)
Va
a ser que la sabiduría nos encuentra en cualquier sitio si prestamos
atención al momento presente. Cucha sin ir más lejos Rafaela Carrá
que en muchas de sus letras es un libro abierto, en otras no (cierto), pero en
las que da en el clavo...son un potosí.
Tenemos
muchos prejuicios con lo que nos llega, sobretodo con lo que no
coincide con lo que ya habíamos decidido que era “nuestro gusto”,
y le ponemos la etiqueta de “mamarracho” a cualquier cosa que
vaya más allá de nuestra zona de confort mental. Pues bien,
justamente fuera de esa zona está el mundo entero y eso implica una
diversidad tal que el apelativo de “normal” carece completamente
de sentido porque normal, lo que se dice normal...no existe nada, ni
los lugares, ni los momentos, ni las gentes...todo especial y único
¡si señora! como lo oye.
Así
que prefiero que me llamen mamarracha a que me llamen normal, lo
primero al fin y al cabo implica el reconocimiento de la diferencia y
con eso la riqueza infinita y llena de matices del género humano.
Y
a ello venía usar esta canción de nuestra querida Rafaella, que
dice: este pueblo no tiene ni esperanza, ni ambición...yo de aquí
me voy, en resumen que se va a ver el mundo que es mu grande para
reducirlo a tan estrechas miras...¡sal de la zona de confort! Nos dice a
su manera, pero mu bien dicho. Y es que nos instalamos a veces en
unas cuadrículas físicas y mentales del tamaño de la casa de Pin y
Pom y nos aburrimos a base de querer controlarlo todo ¿y pa qué?
Para ser normales...anda queeeee
Lo
dicho, ahora falta en la segunda parte de la canción, conseguir el
préstamo inicial para cambio de vida, es cuestión de pensar cómo
hacerlo, con cien pesetas igual no hay...pero todo es ponerse a
querer abrirse la mundo...mejor mamarracha que axfisiada en la zona
de confort ¡donde va a parar!
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