viernes, 27 de septiembre de 2013

Felicidad sostenible

Hace un tiempo dediqué una de las píldoras radiofónicas del Norahdrenalina  (Radio Jaén Cadena SER) a hablar de la felicidad sostenible. No sé como soy tan osada como para tratar de definirla en tan poco rato, por mucho que me apoyara en los audios de los grandes maestros que tienen relevancia mediática. Ha pasado año y medio y ahora casi que vamos a dedicar una temporada radiofónica entera a tratar de desgranarla, para ello vamos a contar con Maestros, Terapeutas e invitados impresionantes, (Programa "Échate un ojito", con Blas Rueda y Noelia Camacho, en Uniradio Jaén 95.6 del dial los miércoles de 11 a 12 ,  ó en www. uniradio.ujaen.es en cualquier momento) Y es que la felicidad sostenible es tan personal como la esencia que cada cual sea capaz de rescatar de sí mismo...digo yo.

Mañana cumplo 41 años, (intensitos han sido, eso sí) y ahora que me paro un rato, en esta tarde de viernes frente a la ventana, se me ocurren otras muchas definiciones sobre la felicidad sostenible, pero claro está: el hecho de que me sirvan a mí no implica que le sirvan a nadie más, porque es dificil sumar las variables de cada ser humano y su capacidad de responder ante sus límites y grandezas.

Pero a mí, lo que se dice a mí, me ha llevado el camino hasta este punto del baile, ("la vida es un tango y hay que aprender a bailarlo" me decía una vecina el otro día) y en este justo momento el balance es que la única felicidad sostenible es el amor, pero no, no el amor de pareja, no me refiero a esa situación que nos pasa de vez en cuando, no aterra, nos da alas, nos da comodidad o martirio y a veces hasta sale bien, no. Me refiero al amor a la vida, ese que nace dentro y se expande, que envuelve lo que se mira y proyecta la luz, ese amor que nace en tantas voces distintas, en tantos abrazos sinceros y sin precio alguno, en ese vivir sin la presión social, ni de lo correcto ni de lo incorrecto. Ése que ha sido la creación nacida de la capacidad de encontrar el camino, a veces con las fuerzas justas y los obstáculos situados de manera estratégica para entender una lección tras otra, a ese me refiero: al conquistado.

Dice uno de mis Maestros que hay dos tipos de felicidad: la regalada y la conquistada, la primera es terreno pantanoso porque pide siempre algo a cambio, porque limita y sobretodo porque igual que un dia te la dan te la pueden quitar y...de poco sirve que nos suplan necesidades desde fuera al precio del todo vale para que no te vayas (mi Maestro la llama la felicidad de los idiotas). 

La otra, la felicidad conquistada, ésa que ha nacido de la necesidad de sobrevivir, de trabajarse y aprender, de desarrollar la capacidad de ponerse en las pieles ajenas, de superar pruebas y afinar nota a nota los acordes de la alegría interior, ESA...es una felicidad propia, porque está basada en la seguridad de que se sale de todo, de que el mundo está intercomunicado por una fuerza inmensa que aparece de dentro a fuera, de que aparecen manos salvadoras en proporción directa a lo que das pero por distintas vías de llegada, de que lo mejor está por llegar...y llega.

Y esa, justo esa, es para mí la felicidad sostenible, la que no depende más que de la alegría de vivir y que, como un imán, atrae lo mejor de otros...mil veces prefiero la luz de la mañana conquistada que la oscuridad de los vericuetos de la felicidad regalada, porque ahora que camino, entro al mar, bailo, río, juego, viajo, estudio, trabajo y vivo, sin la presión de lo correcto me llega cada día la posibilidad de enamorarme, en cada esquina del mundo, de todo lo que me vibre dentro, sin tener que limitar mi inmensa capacidad de amar a las ordenadas mentes de la comodidad regalada. 

Esa ha sido mi conquista, me he conquistado,  ahora sí. Y ahora que mi mundo es mío, abro la puerta para que empiecen las visitas, desde luego es el momento de ofrecer una cervecita en el sofá de mi recién estrenada casa interior, que nunca ha sido tan habitable como desde que la habito yo. ¿Una cervecita por mi cumpleaños? Pasa, pasa, bienvenido/a seas.

Con esta canción empezamos el programa de radio, ojalá os guste.


2 comentarios:

  1. .Hola Norah, me gusta lo que escribes, me da paz y me hace pensar en cosas que a veces dejo vencer porque el día a día me atrapa y me fuerza a hacer lo que no fluyen en mi universo y que tienen carga de stress. Gracias por tus pensamientos y por abrir una ventana a la comunicación, un abrazo.

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