Cambio de estación

Hoy empieza el cambio de estación, aunque por lo visto también es cambio de era.

Y cuando digo era no digo de las de ablentar el grano, ni de las de darse revolcones "porque yo me la llevé a la era", no, digo Era de cambio de tiempo, espacio, dimensión, paradigma, conciencia...yo que sé cuanto hay publicado al respecto, no obstante el exceso de conocimiento es como el exceso de comida en el congelador, al final se te olvida lo que tienes, te aturullas y acabas sacando siempre lo que hay más arriba...o llamando al chino.

El caso es que con el añito general que hemos tenido más de uno y dos (cada uno con su manita en su pecho, que haga la reflexión oportuna que quiera) todo parecía vaticinar una catarsis colectiva esta mañana a las 11:12, pero no, yo estaba en el SAE y no he notado nada (que se lo he dicho a mi querida Ana, "nena a ver si nos pilla en fin del mundo en la cola del paro, que mal rollo pa la eternidad ¿no?"). 

Se ve que las catarsis colectivas las hemos vivido de muchas maneras este año y, por más que traten de silenciarlas quienes ostentan el poder (elegido por el pueblo...jajaja, no me hagan reir, nuestra pobre democracia se ha convertido en una puta barata de usar y tirar cada cuatro años, mientras tanto es una dictadura de la mayoría, pero con nombre comercial) esas catársis nos han dado lecciones de dejarnos boquiabiertos y ha resultado que el pueblo, que la gente que se manifiesta no son/somos delicuentes porque sería ilógico que lo fueran los jueces, médicos, fiscales, maestros, parados, funcionarios, pensionistas, cojos (es que lo de diversidad funcional no me sale sólo), mineros, enfermeros, guardias civiles, bomberos, policias, tooooooooodos los sectores...no se yo, va a resultar que los actos solidarios van más allá de reivindicar la paga extra, va a resultar que la catarsis ha sido desenmascarar. Y sí, si miramos en el ámbito de lo público y en el de lo íntimo se han caído unas pocas máscaras...¡oh, que decepción! No, no, que va, mucho mejor ir de frente y saber que quien te mira es lo suficientemente honesto como para dejarte paso o cambiar de camino. Mejor así. Ahora que cada cual actue en consecuencia.

No, no se ha acabado el mundo (yo por lo que pudiera pasar le hice caso a la Carra y anteanoche me dediqué a aprovechar el tiempo...todavía tengo resaquilla), de hecho hoy empieza todo, empieza el fin de semana de comidas de empresa y amigos, empieza la navidad, empieza la cuenta atrás de este año, empieza el invierno...y empieza la esperanza, como cada día, como cada mañana, de que hoy será mejor que ayer, lo dicho ¡feliz cambio de era! (y ahora sí, lo digo en todas sus acepciones, jeje).