viernes, 19 de agosto de 2011

Veremos a ver cuando esta jaca rompa a cabalgar



El verano avanza lento, muy lento para mí. La evolución de mi herida no va al ritmo que me gustaría porque “sanó en falso” y se necrosó una parte que hubo que quitar. Es lo que pasa cuando la prisa por salir de las situaciones, hace que no nos paremos el tiempo necesario a buscar el foco de infección para atajarlo; cuando este mundo de promesas de placeres inmediatos continuos (y vacíos en muchas ocasiones) no nos permite la reflexión profunda que aunque duela, a veces es sanadora...como un bisturí de palabras honestas que arranca las zonas necrosadas para que las heridas sanen como deben: de dentro hacia fuera.
Así que tiempo no me falta para ponerme manos a la obra con el proceso de construcción de mí misma. Hasta hace poco tiempo habría sido poco menos que una masacre autodestructiva, pero ya no -¡yo, ya no!- así que, siguiendo la estela de la modernidad, me ha dado por bautizar las últimas embestidas demoledoras con el nombre de “proceso de deconstrucción”. Nombre mucho más fino y más elegante que todos los anteriores ¡dónde va a parar! En este proceso tengo que recoger pedazos de lo que he sido para decidir qué reciclo y qué no. Toca elegir entre todo lo aprendido de los últimos años cuáles son los recursos necesarios para salir de los baches, con más o menos soltura, y que así me permitan una construcción aferrada a unos cimientos sólidos porque, aunque no esté terminada del todo, esas partes aun en jerga son las que me definirán, junto con lo que llegue para estrenar en mi vida. Lo fundamental es aprender a elegir, pero creo que esa zona del ensamblaje ya está bastante bien definida en mi proyecto vital.
Hay veces que, con esa libertad que permiten los años y las circunstancias, me permito preguntarme ¿cómo será la nueva Norah cuando pase este tiempo de catarsis? Si algo me rescato de mis últimos aprendizajes es la flexibilidad y me respondo: “confía, será como tú quieras y ahora sí sabrás qué quieres”. Otras veces no me pregunto, sólo sonrío y me siento gigante, sobretodo por ser superviviente y sobrevivir en una sociedad de cortas miras, que sólo da valor a lo puramente físico y material.
Lo que sí me intriga es ¿cómo voy a reaccionar el día que pueda ser más autónoma y tenga dos piernas sobre las que caminar la vida? ¿como seré cuando me vea suelta en el mundo con tanto retén de todo? No lo sé, pero a diferencia de hace un tiempo, ya no me asusto de mí. Aunque a veces me sale, por una ventana al sur de mi nueva autocontrucción, una sonrisilla pícara (que me recuerda la frase de Lola Flores refiriéndose a otra coplera en auge del momento), que me susurra socarrona Veremos a ver cuando esta jaca rompa a cabalgar...” *
*(Nota: la frase de la faraona tenía un final más soez, pero igualmente equiparable).

Ay, ¿cómo me saldrá? ¿Cómo me la maravillaría yo?

8 comentarios:

  1. Pues de momento con paciencia y dejando que la naturaleza haga su trabajo.Paciencia que todo llegara y el dia que puedas valerte se te olvidara los malos momentos pasados.
    Paciencia,que no por levantarse antes sale primero el sol
    Besos

    ResponderEliminar
  2. El tiempo pasa muy lento cuando hay heridas por curar, como mil veces he escuchado de tu boca: el tiempo es necesario para que la herida cicatrice, solo el tiempo, sin prisas pero sin pausas.
    Sabes elegir y el "yo ya no" es una muy buena eleccion y que le siga el "yo quiero" y "yo puedo"
    Cuantas veces me habras dicho eso????
    En fin... Esta nueva entrada me recuerdan las miles de charlas que hemos tenido.

    Un besazo tan gigante como tuuuuuuu!!!!!!!

    PD: He comentado!

    Mariquilla

    ResponderEliminar
  3. Estas cimentada en roca firme y fuerte con raices que se clavan en ella, no temas tu construcción no corre peligro, estásmuy bien edificada. Confía mas en tí los que te conocemos no tenems ni el mínimo atisvo de duda. suele ocurrir, lo demas confían mas en nosotros que nosotros mismos.......... Déjate llevar por la vida y ten confianza, todo será mejor
    Un fuerte abrazo preciosa
    Violeta

    ResponderEliminar
  4. Será el mejor de los procesos constructivos de todos, se me hace... Confía, confía
    te abrazo, Tom

    ResponderEliminar
  5. Tu, ya sí!, cada vez mas y mas, al igual que tu herida, reconstruyéndote de dentro hacia fuera, y cicatrizando. Peldaño a peldaño, despacio pero con paso firme. Ya quedan 60 días menos para conseguirlo. ¡Quién lo diría!.
    Me encanta el humor que muestras en cada momento difícil de "digerir" pero que no permites que te absorba.
    Así que, cuando quieras: vamos de paseo, pi pi pi.... (absorbido, digerido y superado), vamos a por otro momentazo.
    Te quiero, amiga.

    ResponderEliminar
  6. Pero si más mejor no se puede hacer... luego la fama de perfeccionista se la lleva otra... jajaja
    Un beso, socia, te quiero.
    Mazes

    ResponderEliminar
  7. Superviviente, maestra de supervivencia. Energía siempre renovada, siempre transformada... nunca destruida. Así es mi Norihlla. Un besazo

    ResponderEliminar
  8. Hola Norah, tan solo te he visto dos veces pero me has impresionado. Admiro tu fuerza vital y tu persona en general. Acabo de leer una definición creativa, salida de tu inconsciente "Proceso de deconstrucción", maravillosa y genial.
    Descubrí este término a través de la alta cocina cuando se les ocurrió el invento de la ""Deconstrucción de la tortilla de patatas", a partir de ese momento ya se puede tomar ese manjar, por ejemplo como un sorbete. Es decir: cruda "hay gente pa tó".
    Recibe desde mi alma un abrazo con el viento de Septiembre y mi retirada ante tí del Chef hat.
    Rosemary (Nosolodoctor)

    ResponderEliminar