Sabiduría Loca Perdía

Así, tal y como suena, con ese nombre y esos dos preciosos apellidos.
No, no se trata de un juego de palabras, ni de una retórica contradicción forzada para hacer ostentación de dotes literarias, ni mucho menos. Se trata de una declaración de principios que tras una conversación con mi querida Ana, ha quedado flotando en el aire bajo la promesa de darle forma a esta entrada.

Desde que por extrañas circunstancias nos sumergimos (y lo digo en plural porque mi entorno cercano vive la misma vorágine que yo, de manera espontánea y natural) en una extraña pero divertida mezcla de visión práctica de la espiritualidad, como si de un manual de supervivencia se tratara, nos han surgido numerosas dudas del camino a seguir. El caso es que a grandes rasgos somos personas bienintencionadas, tenemos sentido del humor y del amor, con poca intención de ser trepas y con muchas ganas de estar a gusto (la limpieza étnica de gente que nos dañó se hizo sola, cosas del universo que igual pone que quita obstáculos nocivos). A lo que iba, nos surge la eterna duda al tratar de resolver la contradicción entre "me dejo llevar" o "me pongo en mi sitio", como casi siempre la solución es "las dos cosas". Y eso precisamente es la Sabiduría Loca Perdía, los apellidos responden al instinto de vida, a la pulsión que nos lleva a emprender caminos arriesgados como tener una hija, un viaje sin planificar o una aventura amorosa, el nombre de pila viene a ser la capacidad de estar en la aventura de vivir con confianza en que no puede haber mal en querer construir, así que todo saldrá bien porque ya somos grandes para resolver y nos avala la capacidad de aprender con cierta humildad, eso sí con los cimientos sólidos de lo vivido, no se vayan a creer que somos flower-power, que aquí cada cual lleva su bagaje ¿eh?
En resumen la Sabiduría Loca Perdía desmitifica esa seria, planificada, prudente y calculada dosis de mente en beneficio del impulso que nos planta en mitad de la vida y nos provoca un ataque de risa y es que, a estas alturas, no estamos ya para rituales de sobriedad sino más bien para alegrías espontáneas, lo que venga después ya se solucionará porque nada es tan grave.
Dicho lo dicho y con todos mis respetos, les deseo lo mejor a quienes cuestionan, hablan y teorizan sobre la conveniencia de mi compartida maternidad, les deseo que aprendan a quienes no disfrutan de una apasionada relación por miedos irracionales, les deseo mucha cordura a quienes se planifican los segundos, les deseo que lleguen al estrellato a quienes sus ambiciones les gana el pulso, les deseo que cumplan sus deseos a quienes viven en la continua insatisfacción, pero por mi parte me deseo que no se me olvide nunca que mi camino se acerca cada vez más a la búsqueda de la Sabiduría Loca Perdía, porque siempre que me arriesgué a instalarme en ella me deslumbró con su belleza y me regaló lo mejor de mí, sin ir más lejos ahí está Maya.