martes, 12 de marzo de 2013

Andanada

Cuando los piratas eran atacados por otros corsarios, o en mitad de una batalla naval había que hacer una exhibición de fuerza o poderío, todos los cañones laterales disparaban a la vez. Ese estruendo y su poder destructivo eran capaces de asustar o desalentar al enemigo, incluso exterminarlo. El caso es que, dado que se disparaban todos a la vez, tardaban de nuevo en cargarse y ese espacio era usado por los peces para imaginarse que aquella estupidez había terminado y que las aguas volverían a ser tranquilas ¿vendrá de ahí el nombre? ¿de los peces y otras criaturas marinas diciéndose "anda, nada"? No sé...

Cuando parece que el mundo entero se está desdibujando, cuando las cargas de violencia estatal, militar, mercantil, bancaria, política, eclesiástica,...son tan abusivas, crueles y desproporcionadas, los peces de abajo, o sea los que tratamos de nadar para vivir, buscamos los respiros para tomar fuerzas y dado que no queda otra nos decimos "anda, nada", hay que seguir y esa corriente no es nuestra. La nuestra se basa en encontrar alimento, en nadar libres, en reconocernos en el otro, en buscar bancos de coral y disfrutarlos, en vivir...no en sobrevivir como tratan de imponernos a golpe de decreto ley.

Cuando aparecen las crisis personales y los cañones acaban de disparar todos a la vez, queda un desconcierto inicial que reclama a gritos ¡a cubierto! Un poquito de protección y de amor a la vida son las herramientas más útiles en estos casos. Luego viene el respiro y con él la esperanza de que ya pasó, sólo que mientras los barcos sigan en conflicto será complicado respirar. Así que para evitar la siguiente descarga no está de más revisar la situación mientras se está a cubierto, el conflicto se verá mejor en el silencio...y quizá de él salgan las soluciones para que no haya más cañonazos, vamos digo yo.

Mientras tanto hay quien anda y hay quien nada, como para mí lo primero es más complicado que lo segundo me dedico a nadar, a sumergirme en el azul de la piscina y permitir que todo fluya así...primer largo a braza, segundo a cross, un ratito de charla con mis compis, el tercero espalda...y vuelta a empezar (a mariposa no, a las sirenas no nos va bien ese estilo de momento), así hasta 30 o 40 (depende del tiempo que nos dejen estar). Y en ese estado de ingravidez se resuelven las tensiones, las musculares y las otras. Nadar sin limitación, como los peces, como las sirenas...nadar mientras el mundo parece haber perdido el sentido de lo humano. Al fin y al cabo entre anda y nada, solo hay un pequeño cambio de orden en las letras iniciales, pero el sentido es el mismo: avanzar en el medio que se elija para aprender a respirar al ritmo adecuado...juntas las dos palabras son una barbaridad, mucho mejor de una en una.

Cuando ví esta película me impacto esta imagen y es que, de todas maneras, hay que salir de la piscina...




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