miércoles, 15 de febrero de 2012

Transparencia

¿Cómo sería el mundo si todas las personas fuésemos capaces de tener transparencia? ¿Os imagináis?
Desde hace un tiempo he reparado (que bonito verbo, diría mi querida Ana) en que la mayoría de los problemas humanos tienen que ver con la carencia de esta mágica solución cristalina, que depende sólo de la capacidad de cada cual para no "enmarronar" lo que le rodea.
Esta carencia es la causante de los peores conflictos y éstos van desde la falta de capacidad para mostrar emociones, a la ausencia de sinceridad y honestidad, pasando por la tormentosa elucubración ante el silencio de los que tenemos al lado y que logra disparar nuestros peores diagnósticos ante la desinformación, y desembocando a otros niveles en la ruta itinerante de nuestros ahorros en el banco, en la manipulación informativa, política y bancaria, o en la máscara de los poderosos que tienen la desfachatez de anunciarse como "defensores de los trabajadores" mientras usan la Justicia del Estado para camuflar su bulimia monetaria, sus corrupciones y su falta de humanidad. 
¿Imaginamos ahora que todo lo que hacen y han hecho se volviera transparente? Seguramente esa sí que sería una revolución verdadera: la revolución de la verdad íntima y de la verdad global sería algo así como un revulsivo para dejar de tener miedo (el infierno cristiano no creo que sea otra cosa que lo que vivimos en la Tierra cuando nos embarga el miedo)
Como ya he dicho en otras ocasiones los del 72 somos un poco más transparentes que la media, pero se nos condena por "bocachanclas" en una sociedad acostumbrada al "parecer" más que al "ser". Se nos condena para que no cunda el ejemplo, pero os aseguro que cada vez que la transparencia, ajena o propia, llega a cualquier conflicto (tenga las dimensiones que tenga) se ha resuelto más de la mitad del conflicto...o entero a veces. 
Es por todo lo expuesto que no entiendo bien eso de tener que "fingir" una clase social que no tengo, un nivel cultural que me la suda, unas emociones que no son ciertas, una cara amable a quien me ha jodido la vida, y menos entiendo que traten de confundirme con oscuridad y silencio...¿para qué? ¿de verdad que de lo oscuro puede salir algo bueno? Me respondo: sí, sale un magnifico ejemplo de lo que no quiero ni para mi vida, ni para nadie a quien yo quiera...¡anda y que le den a lo oscuro, a lo opaco, a lo fingido y a lo mentido! 
Todo eso sin contar la de cosas buenas que podemos perdernos por no ser capaces de encender la luz de la palabra en el momento adecuado, la transparencia gana...siempre gana, a veces necesita tiempo para su batalla...llámame ingenua pero mi confianza en la vida se basa en que sé de su victoria, si no fuera así nada tendría sentido.
Es una ardua labor decidir la transparencia como forma de vida, porque hay que protegerse de quienes pueden usarla para dañar, pero de verdad que no se me ocurre otra revolución más lícita que la de amar la verdad...¡cuchi! hasta en las sagradas escrituras está recogido "la verdad os hará libres"...pero  ¿qué verdad? la de cada cual sobre quién es, qué quiere, que siente y qué hace...eso sí: allá cada cual con sus opacidades y sus lados oscuros, si eso les ayuda a sentirse menos infelices...aunque lo dudo, la verdad.
Marta Sánchez lo borda... ahí la dejo:

5 comentarios:

  1. Me recuerda tu artículo al 'Diablo cojuelo' (1641) de Luis Vélez de Guevara. El episodio más famoso de este texto es aquel en que el diablo sobrevuela con el astrólogo la ciudad levantando los techos de las casas para conocer la verdad de lo que se cuece dentro de cada una.

    Me gustan las personas transparentes. Quien no lo es no se presenta ante mí como persona. Otra cosa bien distinta es la delicadeza y la discreción: ser transparente no significa necesariamente ser siempre impertinente, aunque a veces haya que serlo (comprendo de todos modos que es un equilibrio difícil). Conozco a una persona que hace equilibrios con ambas virtudes: una persona maravillosa.

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    1. Ese equilibrio del que hablas, querido anónimo, tiene un nombre: se llama honestidad, la suficiente como para encarar la vida en la búsqueda de la felicidad sin excusas, ni justificaciones ¿dificil equilibrio? cierto ¿único camino para ser coherente y feliz? también cierto.
      Muak

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  2. Ya sabes cuánto me gustan tus escritos, pero este particularmente es una auténtica gozada, por lo que dice y por cómo lo dices, así lo verdaderamente extraño es que no tengas más lectores/as, y que no tengas mil proposiciones para vivir de esto limpiamente.

    Sabes que estoy de acuerdo completamente de acuerdo en lo que dices. Ahora no voy a presumir de lo "verdadero" que soy, sobre todo por lo contradictorio que soy al mismo tiempo. Pero que ese es el camino no me cabe la menor duda, y lo importante siempre es el camino, al menos para mi que no conozco la meta y falta que me importa.

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    1. Gracias Manu ¡que alegrias me das en todos los siempres! Muaaaaaaaaak

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  3. Hola! me uno a la campaña de transparencia!! es la primera vez que te encuentro, y un gozo seguir conociendo gente que quiere crecer en paz, en justicia, en alegria...Desde mi pequeño pueblo a orillas de un lago, un abrazo y el nombre de mi Blog,por si andás por allí y te gustan mis palabras : HTTP://elmisterioquecuentanlaspalabras.Blogspot.com
    Silvia

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