lunes, 16 de mayo de 2011

Hoy hace un año que, como parte de mi terapia para tratar de salvar la vida, pulsé la tecla reset y cambié mi nombre por el de Norah.
El balance es bastante positivo porque, pese a las pruebas médicas de mañana, pase lo que pase mi cabecita está bastante mejor amueblada, siento que todo tiene sentido por raro que parezca a simple vista y además he dejado de ser alérgica al pescado...no está mal.
He tenido la fortuna en este año de contar con mucha gente nueva en mi vida, Norah se ha rodeado de gentes enriquecedoras y lindas, además de los supervivientes emocionales a la catarsis que se mantienen de mi anterior nombre. Mucha gente se lo ha currado para llamarme con mi nuevo nombre. Otra sigue empecinada en no entender que ya no me habita esa mujer destructiva, compulsiva y combativa que tantas cicatrices acumuló, y ahí siguen en un raro limbo en el que cada vez que me llaman por mi nombre anterior me suena una alarma interna que repite "llámame como quieras, pero soy Norah". No lo acabo de entender, no se trata de que me haya puesto un estrambótico nombre artístico, sólo trato de sanar con todos los recursos y medios que estén a mi alcance, sean o no convencionales: no es tan difícil de entender ¿no?
Este tema me ha dado mucho que pensar en como aceptan los demás los cambios (me incluyo en el lote de demás). Cuando compartimos vivencias con alguien en un determinado momento de la vida, las metemos en una urna de cristal y las miramos y remiramos cada vez que el recuerdo nos sobresalta con un nombre o una imagen. Queremos creernos que cuando volvamos a encontrarnos con esa persona seremos capaces de vivir de nuevo la intensidad de aquello que una vez compartimos...pero no, nunca pasa, podemos contar batallitas para revivirlo pero no sentimos igual porque hemos cambiado. Cambiamos a diario, cada segundo integramos en nuestro pequeño universo cosas nuevas en forma de idea, imagen, sonido, reflexión, gentes,...de modo que cuando miramos la urna del recuerdo sólo jugamos a ser taxonomistas capaces de momificar quienes fuimos en perjuicio de quienes somos, o de quienes podríamos llegar a ser.
No soy la misma persona que hace un año, ni yo ni nadie. Y estar abiertos a cambiar es estar abiertos a una evolución personal cuyo único sentido es la búsqueda de una felicidad superior.
Norah hoy cumple un año, está rentabilizando la herencia de Aurora y cada vez está más cerca de su lugar en el mundo, además perdonenme la chulería pero "Norah me cae mu bien, tiene glamour natural porque nació aprendía"
Gracias a mis compañeros y compañeras de viaje en este trayecto del camino, sois una fuente inagotable de paciencia y amor. Gracias, gracias, gracias

9 comentarios:

  1. Fijate, yo no sé ni como llamarme, y me llamo Antifaz. Jajajaja...

    Me gustaría verte, en serio.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a tí, Norah, la única que conozco, sin referencias del pasado, sin referencias del futuro, en esa forma de vida tan peculiar que es tú presente absoluto en el que nadas tan bien, gracias por ser y por estar.
    Suerte mañana apañá!!
    tres besos de leamsi, de ismael o de quién tú quieras!!!
    PD: yo voto por las cañas con el señor del antifaz, jajaaja!!
    seguro que encontramos motivo para celebrar, ya sea el cierre de una etapa, ya sea el hecho de seguir respirando...
    nos vemos!!
    PD2: todavía tengo la mitad de diez euros para gastar!!
    3 besos

    ResponderEliminar
  3. Lo que tú estás haciendo en este año, ya en los pasados antes de conocerte, es de una valentía impresionante. Y no, esa decisión de cambio de nombre no es nada anecdótica, ni superflua, ni power flower. Tenemos mucho que aprender de tus osadías.
    Algo más: nadie nace aprendía, ni siquiera norah. Tú como nadie, cada día te reinventas. Ya quisiera Madonna.
    Te quiero mucho. Mañana mucho más.

    ResponderEliminar
  4. Encantada de saludarte y leerte Nora :D

    ResponderEliminar
  5. Feliz cumpleaños pequeña-gran Norah, pide un deseo...

    ResponderEliminar
  6. Lo siento;no puedo olvidar a mi Aurori...Aunque me gusta esta tal Norah.
    Mañana OS voy a querer un monton.
    Un abrazo,Jose.

    ResponderEliminar
  7. ¿Cómo decírtelo sin que suene raro...?
    Bájate las bragas!! Sé que tu lo entenderás...
    Y GRACIAS a ti, eres un ejemplo maravilloso de persona y un espejo mágico en el que mirarse.
    Te quiero muchísimo

    ResponderEliminar
  8. Querido Antifaz, nos vemos cuando tu quieras...pero date prisa!

    Gracias Leamsi porque ciertamente tu presencia ha sido una constante en estos meses y ahora que por fin nos ponemos caras y voces siento que estás aun más cerca. Muuuuuuak

    Manu, yo tambien te quiero... es como si siempre te hubiera conocido te tanto que me llena tu cercanía.

    Blogonaufraga tambien es para mi un placer leerte y saludarte, aprendo muchisimo contigo. Muak

    Mi Nanuk ¿tu crees en los milagros? Muuuuuuuuuuuuuak

    Querido Jose, es una pena que no reconozcas a Norah, te encantará. Un beso

    Mazes de mi corazón ¿que sería de este ultimo año sin tus constantes lecciones de sabiduría? Ayyyyyyyy que alegria tenerte. Yo tambien te quiero mucho

    ResponderEliminar