miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mi móvil

    Ayer perdí el móvil.
    Nada más darme cuenta me llamé desde otro teléfono pero estaba apagado.
    Le expliqué al agente de la compañía de telefonía móvil que no sabía si lo había perdido o me lo habían robado. El me explicó con todo lujo de detalles, que es muy habitual el robo de móviles así que, ante mi anestesiada resignación, procedió a bloquearme la tarjeta , para luego ofrecerme un estupendo plan renove, cuya  clausula que permanencia me obliga a no cambiarme de compañía en dieciocho meses. No me importó. Era tan completo el nuevo terminal que me ofrecieron por el programa de puntos, que acepté sin rechistar, y eso que tendría que esperar hasta el jueves. Más tarde fui a una tienda de la compañía y me hicieron una copia de tarjeta que esta mañana coloqué en un terminal viejisimo que guardamos para estas incidencias. Como perdí la agenda envié un montón de emails para recuperar algunos números...Y todo eso lo he hecho sin enfadarme, ni blasfemar, ni montar en cólera, vamos con total tranquilidad.
    Me faltaba el número de mi hermano, así que cuando esta tarde ha llamado he dado por sentado que era esa la razón de su llamada. Pero no. -"Oye, que tu móvil ha aparecido"; -"Coooómo?"-,-"Alguien lo encontró en la calle, se lo llevó a casa y lo puso a secar, luego lo puso en carga de batería, le introdujo una tarjeta sim de otro móvil, lo conectó, buscó en la agenda del teléfono y al ver que unos de los números era de Hermano, llamó a ese número para darme la dirección para ir a recogerlo".
      Mi asombro era mayúsculo, aun lo sigue siendo. No sólo por esa sacudida de hombros a la aprendida certeza negativa que me hizo dar por sentado que nunca aparecería, a la que hay que sumar la de la compañía que me la reforzó, también por la soltura con la que asumí la sustitución de un objeto tan personal porque me ofrecían uno mejor (y eso que estaba lleno de fotos de Maya). Obviamente la mayor de las sorpresas es encontrarme con alguien capaz de tomarse tantas molestias por una persona desconocida sin esperar ninguna recompensa a cambio. 
    Ha sido toda una lección, o varias: la primera ha sido no desertar tan rápido de los objetivos, la segunda ser positiva, la tercera aprender a no sustituir a la ligera en lugar de buscar soluciones y la cuarta que el ser humano es tan exclusivo y único que convierte en magia cualquier gesto, por mínimo que sea. Lo impredecible es una señal de que hay que estar alerta a los miles de gestos cotidianos que dotan de sentido la vida.

8 comentarios:

  1. Otra lección, si deseas algo con mucha fuerza lo consigues. A mí me ha pasado, pues no dí por perdidas las fotos de nuestra hija sino que deseé con furor que volvieran a mí, y aquí están. No me dí por vencida y dentro de mí algo me decía que iba a aparecer... que suerte la nuestra¡
    También hay que contar con que EL SER HUMANO ES EXTRAORDINARIO
    tqx2

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  2. ¡Genial!
    ¡Qué bella acción la de esa persona anónima!....¡Qué lindo gesto de amor a los demás (y a uno mismo)!
    A vosotras un besazo, y al de la "humana gesta", que sepa que "ha aleteado en Brasil", y yo, en Marbella, sonrío, límpiamente, con satisfacción.
    Un fuerte abrazo.
    Isamar

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  3. genial de los geniales!!!!
    no pasa nada..hemos salido ganando..tenemos el movil antiguo, las fotos de Maya (por cierto, haz copia de seguridad), tenemos una nueva actitud ante la vida, tenemos movil nuevo, tenemos un montón de lecciones aprendidas, y sobre todo..y lo más importante, tenemos una nueva persona amiga digna de conocer y dsfrutar de su generosidad!!

    nunca la perdida de algo material nos había reportado tantisimas cosas buenas!!!
    sus quiero!!

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  4. Gestos que dotan de sentido a la vida...
    Pues sí, la verdad...
    Bueno, no se...
    Me imagino...

    Un besazo

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  5. Tuviste suerte,yo ya llevo unos cuantos perdidos?? robados??? y no los volvia ver.Hay que tener un poco de confianza en la gente pero por regla general.......
    Un abrazo

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  6. Hola con mucho retraso!!!
    últimamente no tengo tiempo ni de leer...
    pero hoy arañandole unos minutos al desayuno he leído tu entrada y he flipado, en tiempos como los que corren, que aparezcan personas que entienden que perder un teléfono es un trastorno y una molestia para quién lo pierde y que la cuestión no es el valor del aparato en sí, sino el valor sentimental del contenido, por ejemplo las fotos de Maya, los números de viejos amigos que desaparecen, etc...
    A mí solo me queda decir como en el anuncio:
    "...EL MUNDO ESTÁ LOCO...NOOO!!! EL SER HUMANO ES EXTRAORDINARIO!!!
    como extraordinaria ha sido tu experiencia y más extraordinaria la manera de compartirla con nosotros.
    gracias Norah, por esta bellísima entrada que nos hace recuperar la fé en el ser humano.
    gracias
    salu2

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  7. Jajajaja, me siento totalmente identificada con la parte que dices "...Y todo eso lo he hecho sin enfadarme, ni blasfemar, ni montar en cólera, vamos con total tranquilidad". También a mediados de semana superé una situación que, en otro tiempo, me habría hecho acordarme de todos los santos menudillos.
    La expectativa cero es de lo mejor porque tiene la capacidad de convertirlo todo en un regalo sorpresa. No se trata de perder las esperanzas, sino de permitir que la vida fluya sin miedos, sin presuponer, entregarse al presente (=regalo)disfrutándolo y no combatiendo contra él.
    La mayoría de las veces, a las personas nos pasa lo mismo: nos perdemos y desconectamos hasta que alguien nos encuentra y se toma la molestia de reactivarnos. Después de esto es muy probable que tengamos que cambiar de carcasa, pero las novedades, entonces, suelen ser mejoras que nos vuelven más completos y capaces de más y mejores cosas. Lo bueno aquí es saber agradecer.
    Sin duda, has salido ganando: has renovado terminal, conservas lo importante del antiguo y has aprendido más de una lección... parece una buena semana
    Besosx3

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  8. Lo es Mazes, lo es y por muchas razones! Muak

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