jueves, 18 de noviembre de 2010

Cinco meses

      Maya se rie como si nada encima de la faz de la Tierra tuviese importancia en ese momento, porque en su realidad no la tiene. A mí me gusta mirarla en su risa -que es frecuente y bellísima- con la esperanza de que me contagie, por lo general lo consigue y, aunque sean sólo unos segundos, logro experimentar un ligero devaneo con la felicidad.
     El otro día dijo su primera palabra, pudo ser casualidad pero la repitió al día siguiente (afortunadamente no fue "papá", no es productivo enviar palabras al vacío) fue "hola", al fin y al cabo es lo que debe hacerse al llegar a un sitio nuevo: saludar. Y eso hizo ella saludó entre risas, hasta ahora es muy bien educada, para luego mirarnos expectante ante nuestros halagos sin entender tanta algarabía, así que siguió a lo suyo que es emitir sonidos sin parar cuando escucha música o ruido.
    De repente han cobrado sentido  todo el repertorio de tópicos sobre la crianza que he escuchado en mi vida (y que a veces han logrado sacarme mis casillas). Esto es como lo de enamorarse: todo el  mundo sabe perfectamente que su historia de amor es la más especial, diferente y bella del mundo...todo el mundo. Imagino que con los hijos e hijas pasa igual...pero estoy flipando, flipando a través de su aprendizaje, de su mirada, de su risa, de su ternura que me lleva a vivir la mejor parte de mí cada día...supongo que como al resto de la humanidad pero con la fortuna de tener cubiertas las necesidades básicas, de tener un hogar, de compartirla con amor y de mil cosas más que millones de personas no pueden ni soñar. Así que me siento afortunada ¿Quién me iba a decir que, después de la época rara que llevo, me iba a sorprender escribiendo eso? Después de los diagnósticos médicos radicales, de los tratamientos, del aislamiento, del cambio radical de hábitos, de la época de cursos que no salían, de vampiros que me usaban y tiraban (se llamaron amigos en su día, pero la sabia vida se los llevo lejos de mi camino), de las noches de insomnio, después de todo: ME SIENTO AFORTUNADA.
      La suerte es subjetiva y la sociedad en la que estamos la sitúa en cotas tan inalcanzables que es un despropósito vivirnos. Por eso hoy que Maya cumple cinco meses hago balance y siento que cuando ella me toca, me toca una forma de suerte que me instala en el sentirme viva, muy viva y enteramente sana (digan lo que digan las resonancias que tengo que hacerme a finales de mes).
  
Al fin y al cabo todo es cuestión de TIEMPO...





 

14 comentarios:

  1. Uno de los momentos imborrables es el del otro día, cuando vinisteis a visitarnos durante vuestro paseo vespertino y al calorcillo del brasero Maya y tú escuchabais atentamente a mi Minoli. Por cierto que te tengo que mandar las fotos.
    Un beso.

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  2. Quien nos lo iba a decir... hace 4 años, casi 5, de verdad que tenemos mucha suerte, yo diría toda pues que se iba a imaginar que llegaría a nosotras esta almita alegre que nos quitaría los temores, las dudas, incluso los miedos mas arraigados del abdomen... Quién nos iba a decir que una sonrisa nos quitaría todas la penas del corazón, sí señor todo un regalo, menuda suerte tenemos¡¡¡

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  3. Lo primero felicitar a Maya, aunque con un poco retraso, lo segundo felicitar a las madres, lo tercero, lo tercero, es felicitarte a ti sola Norah, por trasmitir como trasmites cada vez que escribes, por obligar a pensar a todo el que te lee, FELICIDADES!!
    Disfruta lo que tienes que como bien dices es mucho y aprovecha "EN ESTE MOMENTO" de tu vida para sacarle todo el jugo.
    Besos a las tres.

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  4. Felicidades para Maya,tener hijos es una cosa que por mucho que te lo cuenten como la experiencia en si no hay nada.
    Saludos

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  5. Gracias Jenri por tus fotos y tus palabras, ánimo ya queda poco para que acabes. Un beso
    Nanuk la verdadera suerte fue cruzarme contigo, a partir de ahí todo cobró sentido.
    Leamsi, gracias, muchas gracias porque tus comentarios me sonrojan y me motivan para seguir escribiendo (¿y esa caña?)
    Jose Manuel, me alegra mucho encontrarte y llevas razón: no hay nada que se le parezca a esta experiencia.

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  6. Hola Guapísima, cierto debe ser lo que cuentas de tu hija porque yo siento algo parecido con mis sobris, y se que no hay color. Te das cuenta de que eres consciente de tu felicidad??? es una gran suerte, lo saboreas y disfrutas, y lo compartes. Gracias por escribir desde la profundidad de tu alma, nos haces pensar y alegrarnos.
    Un abrazo chillao para Maya y beso apretao para tí

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  7. Felicidades, Maya!!
    soy la tita manoli, repite, tita manoli, tita manoli.... Verás cuando me vea y me diga:
    hola tita manoli. ¡ese día me caigo "patráa"!

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  8. Durante "muchos" años, esos que dura la adolescencia y gran parte de la "alegre" juventud, llegué a juzgar las supuestas "vidas vacías" de aquellas mujeres que tenían como cometido en su vida la crianza, y sólo la crianza, de sus criaturas. Me sorprendía ver satisfacción en sus rostros....¡Qué ignorante era! Tras mi maternidad, por tres veces repetida, no hago otra cosa que desear tener tiempo a lo largo del día para saborear el "ser madre". Asistir al cuidado del cuerpo y el alma de mis criaturas es lo que quiero, y la urgencia hace que muchos días se me haga tarde.
    Está siendo la vida para mí una buena cura de humildad, a la que no dejo de agradecer la oportunidad que me da para descubrir tanta belleza, que siempre ha estado ahí, pero que ahora empiezo a disfrutar....(¿Será que una ya ha pasado de los 40?....¡Qué momentazo!)
    Un fuerte abrazo para Maya y sus mamás.
    Isamar

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  9. Gracias violeta, me gusta mucho verte por aquí. Un abrazo.
    Tita Manoli ¡ya lo ha dicho! ha preguntao por tí, jejeje...pronto lo hará! Un beso guapaaa
    Queridisima Isamar ¿qué me vas a contar? Si fuimos cómplices criticonas de ese estilo de vida durante años, sentaicas de madrugá en algun garito de jazz o en los sillones amarillos (horrorosos) del salón pusimos como un trapo a las mujeres-madres. Ya ves la vida no para de darnos sorpresas y a veces tragarnos nuestras palabras es un ejercicio mucho más dulce de lo que parece a simple vista. Te quiero mucho amiga

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  10. Gracias por invitarme a compartir este tesoro Norah.

    Iba a escribir algo parecido a lo dicho por Violeta, así que mejor no reiterarme y simplemente suscribir sus palabras.

    ¿Hay algo mejor que saborear la vida (con sus cosas buenas y malas) y ser consciente de los momentos y detalles que nos reportan felicidad?

    Un besazo para la peque y sus mamás.

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  11. ¡Vaya, vaya! ¡Sorpresas que da la vida! ¡Enhorabuena por SER lo que eres, un ser humano de primera, mujer y madre! Gracias por invitarme a tu espacio y encontrarme con este blog. Es como entrar en tu casa un ratito más de lo que estuve cuando te conocí. Me alegra que saborees la vida de esta manera. Esto es lo que importa, lo demás...Todo pasa, pero estos momentos son los que ponen el mejor condimento en la salsa de la vida. El tiempo no existe para según qué cosas, lo mejor es saborear cada segundo como tú lo haces. Un abrazo inmenso para las tres.

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  12. Isamar y Norah, vayan haciéndome un sitio en esos sillones que me uno al clan de las que se desdicen para bien de muchas cosas que sonaban muy progre y muy liberal pero en realidad eran cadenas pedasísimas.
    Felicidades para Maya y para sus mamás.
    Un beso

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  13. Las Miradas desde la Mota han llegado hasta mi pueblo y me han dado la sorpresa de tus palabras y tu cercanía, bienvenido.
    Ay Tere! que me ruborizas, tengo mucho que aprender pero por suerte tengo modelos de personas como tú para no perderme mucho.
    Mazes bienvenida al club venturoso de las personas que cambiamos. Gracias por tus siempre sabias palabras

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  14. Hola, te felicito por Maya y porque pusiste en palabras esas cosas indefinibles como son la feicidad, el amor... Mis hijos (por error había escrito hojos, un buen error) ya están grandes y mientras te leia me hiciste verlos chiquitos, regalandome esa dicha que afortunadamente todavía siento. Felicidades por tu niña y por tu escritura que nos regala un poquito de ella.

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