domingo, 22 de agosto de 2010

Magia

La otra noche mientras paseabamos a nuestra pequeña Maya (que está guapisima con sus dos meses bien llevaos) encontramos a un mago actuando en el jardín de un hotel. A su alrededor cientos de personas con apariencia adulta (los niños y niñas interiores están a flor de piel en vacaciones, así que no me atrevo a generalizar) lo observaban boquiabiertos y aplaudían sus pequeñas sorpresas. A mí los magos y magas siempre me han inspirado mucho respeto, una no sabe hasta donde llegan sus poderes y si, por ejemplo, son capaces de leer los más oscuros secretos en el interior de la retina y eso me da repelús, la verdad. El caso es que mientras lo miraba me imaginé su vida: él no necesita un contrato fijo, puede viajar donde quiera porque siempre encontrará trabajo y eso sí que es pura magia. La razón de esa omnipresencia laboral es que cada cual a su manera  necesita su dosis de magia para no sentir que esto que llamamos vida es sólo un proceso de estudios científicos que se solapan unos a otros y que tienen por objeto demostrarlo tooooooooooodo para que sea digno de ser considerado real. 

Y es que cada cual elige a qué le atribuirá poderes mágicos en su vida. La he escuchado servir de acompañante a cuestiones tan mundanas como el baloncesto, los limpiadores, los polvos, los adelgazantes, los coches  y ya no hablemos del amor o de las magias blancas, negras y hasta rojas,...
Pero lo que a mí me parece realmente mágico es la inmensidad de diferencias que albergamos las personas humanas hasta convertirnos en exclusivas y únicas porque, por más que nos traten de hacer entrar por los mismos rediles, cada cual es mágico en sí mismo cuando a solas se mira al espejo y se descubre en su exclusividad, en sus saberes o sus intuiciones, en sus pequeñas o grandes diferencias, en sus inmensas historias de amor o desamor que duraron una noche o toda la vida, en los matices de sus creencias, en sus gustos musicales, en su equipo favorito o en el color de su ojos al atardecer, eso sí que me devuelve la confianza en la grandiosidad del género humano.

Hubo un tiempo en el que me dediqué a contar cuentos por los pueblos. Mis compañeros y yo teníamos algunos cuentos emblemáticos que nos sacaban de apuros cuando el público era más exigente de lo esperado. Uno de mis favoritos era "Martín Testarudo" de Gianni Rodari, en él un niño encontraba un castillo lleno de tesoros porque se empeñaba en emprender un camino, a pesar de las advertencias generalizadas sobre la inutilidad de su intento porque dicho camino no conducía a ninguna parte. El final del cuento era que todos querían encontrar el castillo, pero no existía camino porque hay caminos que sólo se abren para las personas que se atreven a emprenderlos por primera vez. Algo así como: no esperes a reprocharte no haber hecho algo, atrévete a vivirte y ese será el premio. No creo que este cuento hable de pioneros, sino de valientes que se atreven a creer en su propia magia.

Como la vida me tiene en una montaña rusa desde hace un tiempo he optado por hacerme incondicional de la magia, y eso pese a las miles de advertencias que me auguran como mínimo rozar la locura o caer en una secta cualquiera, pero es que no puedo evitar mirar más allá y así creer en lo imposible como fórmula para la esperanza. Miro, escucho, observo y leo entre líneas las conversaciones, los lugares, los encuentros y las coincidencias hasta encontrar mensajes que me ayuden a avanzar, a encontrarme, a dejar de sentir miedo... Es esa magia la que dota de sentido este tiempo tan duro en el que cada resonancia es una ruleta rusa mientras Maya crece a mi lado feliz, indefensa y ajena a tanta sobredosis de realidad.

Desde la antropología se dice que existen cinco universales humanos que aparecen en todas las culturas y en todos los momentos históricos y mira por donde uno de ellos es la magia. Será que al resto de la humanidad también le hace falta un ratito de sentir que lo que nos rodea va mucho más allá de lo que nos entra por los sentidos, será que es necesario creer (y no hablo de religión que esa bloquea, limita y hasta castra ¡quita, quita!) que nuestras rogativas son escuchadas, que nuestros deseos no caen en saco roto, que tenemos control sobre algo desconocido que irrumpe en nuestras vidas y nos guiña un ojo, que tenemos derecho a la alegría, a la espontaneidad y a la confianza.

Lo dicho, yo me apunto a creer en los milagros y en la magia, porque ¿a ver quién soporta los vaivenes  de esta vida loca sin una importante dosis de magia?

Sé que no es muy profunda, pero esta canción  me cambió el humor por completo una mañana mientras iba a un curso, respiré hondo y me sentí feliz ¿acaso eso no es mágico?


9 comentarios:

  1. no dudes que lo que nos rodea va mucho mas allá de lo que percibimos con los sentidos, mi querida amiga mágica,porque yo te siento cerca aunque no te veo, ni te oigo ni siquiera te huelo pero se que estas cerca de mi siempre. Un beso grande

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  2. por suerte, cuando la dura realidad golpea nuestras vidas de forma dolorosa y incomprensible, cuando nos obliga a apearnos de nuestros sueños y nos oprime contra el suelo,tenemos el consuelo de la magia. Por muy duro que lo sintamos bajo nuestros piés, siempre tendremos la magia para hacer realidad todo lo que el tedio de la vida diaria nos roba.
    No queremos que nos quede París, pero por favor no nos robéis la magia.
    sueña, por que los sueños son mágicos!!

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  3. Pandia, no tengo ni idea de quién eres pero te agradezco la ternura de tu cmentario.

    Leamsi, gracias por tus palabras, lo bueno de creer en la magia es que es gratos ¿verdad? Un abrazo

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  4. HACER UNICO Y EXTRAORDINARIO LO COTIDIANO ES MI MAGIA..........Y SE ESTA BIEN ¡¡¡ T.Q. MARILO

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  5. Para mí la magia es algo maravilloso que nos rodea a cada instante y en las circunstancias más simples de la cotidianidad, para mí levantarme por la mañana y encontrarte mirándome es magia, verte aparecer en la piscina vestida de blanco y sentir frio en el estómago es magia, que cuando más calor hace corra un brisa fresca acariciándome la cara es magia, escuchar una canción que te mueve el corazón y las entrañas cuando el bajón te oprime el pecho haciéndote bailar es magia, encontrar a tu maestro que te pone en el camino cuando todo lo das por perdido es magia, que tu hija te mire a los ojos y suelte una carcajada o un agó cuando tu alma está por los suelos y te limpie de todas tus penas... eso sí que es magia¡¡¡
    Brindo por todos los magos del mundo, brindo por los seres únicos¡¡¡

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  6. Te acompaño desde el anonimato y la distancia... hay ocaciones en que busco aquello que hace mágico lo cotidiano, y luego me encuentro haciendolo todo con amoroso detallismo, buscando hacer especial lo de siempre, a veces la mágia funciona, a veces termina en una amarga desilución.
    Pero como alquimista, loco en el tarot, sigo, por que seguir es lo único que me queda.

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  7. Marilooooooó siempre me alegra encontrarte y ciertamente la magia de lo cotidiano anida cerca de tí.
    Nanuk me emocionas y me haces llorar con tu sabiduría sencilla y la fortaleza de tus palabras y tus mimos. Gracias doy al universo porque estás en mi vida.

    Atonau me encanta tu descripción, realmente en lo más pequeño salta la chispa y saber verla es cuestión de actitud. Me alegra encontrarme contigo en este rincón de internet.

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  8. Si no existiese la magia no existiría la vida
    ¿No es acaso la magia algo que ves y que no puedes explicar? Y qué es la vida sino el misterio más grande sin resolver.
    Tú lo sabes bien... Maya es fruto del truco más grandioso y sin embargo es muy real.
    Me encanta verte (o bueno, leerte) así
    Millones de besos

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  9. Gracias Mazes, gracias darme ánimos siempre. Ponte bien pronto. Abrazos grandes

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